Aprende a programar tu día, organiza tu lugar de trabajo y prioriza tareas para ser productivo. Analizamos el teletrabajo, sus claves y las pautas más relevantes.
Independientemente de las circunstancias puntuales, el teletrabajo en España no deja de crecer. Algo que no resulta extraño si se tienen en cuenta los datos del trabajo remoto en nuestro país en relación con otras naciones de Europa. Aquí, en 2018, tan solo el 4,3 % de los empleados trabajaron habitualmente desde casa. Mientras tanto, en Francia fueron el 6,6 % y en los Países Bajos el 14 %, por ejemplo.
No obstante, las cifras muestran también que desde el año 2015 el teletrabajo en España no deja de aumentar. ¿Estamos adecuadamente preparados para afrontar esta nueva tendencia? ¿Conocemos en detalle las claves de la autogestión para conseguir la máxima productividad en casa? En este sentido podemos destacar, sobre todo, tres premisas.
A. Programar cada jornada
Lo primero que hay que tener en cuenta es que teletrabajar no es, al 100 %, sinónimo de conciliación laboral. Estar en casa no significa que puedas dedicar parte del tiempo de tu trabajo a tareas domésticas o a cuidar de tus hijos.
Es clave, a la hora de evitar la desorganización y el cruce de la vida personal con la profesional, establecer una rutina y un horario inflexibles. Si tienes un horario fijo, establecido por tu empresa, te resultará mucho más sencillo seguirlo a rajatabla. El hecho de tener a unos compañeros o superiores pendientes de tu trabajo hace que cumplir con tus horas fijas sea más sencillo.
En cambio, si tienes libertad porque te la da tu empresa o porque eres autónomo, será mucho más complicado y necesitarás más fuerza de voluntad. Pero disfrutarás de una importante ventaja: serás capaz de elegir tú mismo las horas que componen tu jornada laboral, de forma que puedas escoger las que para ti sean más productivas.
En cualquier caso, recuerda que tu horario ha de ser fijo e invariable, y que has de cumplirlo de forma estricta. Solo así estarás fomentando que tu concentración y productividad sean siempre altas.
Aparte de esto, no hay que olvidar una cuestión muy importante de cualquier trabajo: los descansos. El ser humano necesita disponer de momentos de desconexión para poder afrontar con eficacia una jornada laboral de varias horas. Famosa a este respecto es la técnica Pomodoro, que plantea descansos de cinco minutos por cada veinticinco de trabajo, y uno algo más largo cada cuatro ciclos. Lo mínimo debería ser parar unos cinco minutos cada hora. Aprovecha esos momentos para levantarte, caminar, hacer estiramientos, o tomar un café o un refresco.
B. Adecuar el entorno de trabajo
Muchas veces se olvida y se deja en un segundo plano, pero el espacio para teletrabajar es también clave para poder conformar equipos remotos eficaces. Y, de la misma forma que ocurre con el horario, el entorno de trabajo tampoco debería cambiar a menudo.
Si es posible, escoge un lugar de tu casa para acondicionarlo como tu propio despacho. Mucho mejor si es una habitación alejada del salón, donde probablemente habrá ruidos y distracciones durante el día. Una vez definido tu espacio, dispón todo lo necesario para pasar tu jornada.
Y unos consejos adicionales: si es posible, ambienta tu lugar de trabajo con música relajante. Y, siempre, escoge un lugar de la casa que tenga luz natural al menos durante buena parte del día.
C. Aprender a priorizar tareas
Si trabajas en una empresa, es habitual que a lo largo de la jornada tu trabajo se vea interrumpido por los mensajes o las peticiones de otros compañeros o de tus jefes. Sobre todo si no tienes la suerte de contar con equipos eficaces distribuidos adecuadamente. En la medida de lo posible, es importante que sepas priorizar en cada momento qué es lo más importante y lo más urgente. En este sentido, una técnica muy eficaz es el time blocking o trabajar por bloques de tiempo.
Si tienes una lista de tareas que, en vez de reducirse, se incrementa constantemente, y si sientes que trabajas sin orden y sin criterio, te conviene aplicarlo a tu rutina. Trabajar con bloques de tiempo consiste en volver al viejo horario del colegio, cuando sabíamos perfectamente cuándo comenzaba una clase, cuándo terminaba y qué íbamos a hacer mientras durase. Aplicado al teletrabajo, el time blocking se basa en reservar espacios de tiempo distintos para cada tarea específica, y en respetar siempre esa planificación para lograr procesos de teletrabajo productivos.
Por otra parte, recuerda que existen en el mercado infinidad de herramientas que te pueden ayudar a organizar y priorizar tus tareas pendientes. Tanto gratuitas como de pago, te permitirán poner por escrito y mantener actualizado el estado de todas estas cuestiones.
Seguro que para tu jefe todo es urgente, pero tú mismo has de saber determinar el nivel de prioridad de cada tarea. Y, mucho más importante, los teletrabajadores productivos han de ser capaces de aplicar a cada una de ellas una duración estimada. Solo así serán capaces de aumentar su productividad, conociendo con antelación cómo va a ser su jornada de trabajo y a qué van a dedicar el tiempo en cada momento.
Fuente de la imagen: http://www.pixabay.com
Nombre del autor de la imagen: © Free-Photos